¡Nunca Insultéis A La Mujer Caída!
Nadie Sabe Qué Peso La Agobió,
Ni Cuántas Luchas Soportó En La Vida,
¡Hasta Que Al Fin Cayó!
¿Quién No Ha Visto Mujeres Sin Aliento
Asirse Con Afán A La Virtud,
Y Resistir Del Vicio El Duro Viento
Con Serena Actitud?
Gota De Agua Pendiente De Una Rama
Que El Viento Agita Y Hace Estremecer;
¡Perla Que El Cáliz De La Flor Derrama,
Y Que Es Lodo Al Caer!
Pero Aún Puede La Gota Peregrina
Su Perdida Pureza Recobrar,
Y Resurgir Del Polvo, Cristalina,
Y Ante La Luz Brillar.
Dejad Amar A La Mujer Caída,
Dejad Al Polvo Su Vital Calor,
Porque Todo Recobra Nueva Vida
Con La Luz Y El Amor.
Victor Hugo
1802-1885
Francia
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