Llegó Un Día A Mi Puerta Con Un Claro Silencio Sobre La Frente. Era Solo Respuesta Tras El Dintel Vacío, Pura Interrogación Su Boca Sin Ninguna Pregunta, Que Guiara Sus Pasos.
Serené Entonces Mi Corazón Agobiado Por El Recuerdo Innúmero De Lo Que Fue Combate Provocación, Y Éxtasis.
Ay, Lucha Y Cortejo, Agua Y Ceniza Derramadas Sobre El Cruel Arabesco De Lo Que Hizo Destino.
Yo Fui De Nuevo El Ánfora Donde Mezclar Las Horas, Melodías Y Acentos.
Fingí Ignorarlo Todo Pues De Ignorancia Vive, La Llama Que Ilumina Y Da Forma A Las Sombras. Y Tú Eras La Sombra.
Mi Corazón Gentil Diciendo El Naufragio Primero Sucumbiendo A La Estela Del Número Y La Estrofa: Para Dejar Estar, El Vivo Sol Que Entonces Tu Mano Liberará A La Entrega Primera De Lo Que Fue Llamado, Sin Endecha Ni Queja Y En Silencio Cantado Sobre La Carne Muda Y El Perfume De Un Huerto.
Carne De Las Palabras Entregadas Al Deseo Primero, Así Fuiste Volcado -Pues En La Muerte Sola
Y Los Días Que Hasta El Poeta Llegan Claramente Retorna Furtivo Como Toda Pregunta Que Repite Insaciada El Origen Del Verbo, La Memoria Encendida Y El Aura De Tu Pelo.
Oscar Portela
Argentina